Cumplimos 10 años revolucionando la atención al cliente
Hace 10 años identificamos un problema: los largos tiempos de espera.Teníamos claro que debíamos encontrar una solución, ¡y empezamos a soñar en grande!
Sin dudas estamos sumamente felices de haber cumplido una década desde que comenzó nuestro recorrido, pero ¿cómo llegamos hasta acá?.
Les compartimos un poco sobre cómo fue la evolución de ZeroQ en estos diez años.
Nuestros comienzos
Viajemos al año 2014, cuando Sergio – actual socio de ZeroQ – necesitaba pagar una multa de tránsito, un trámite bastante común que parecía sencillo. Sergio llegó temprano a la sucursal, tomó su ticket de atención y al ver mucha gente en fila antes de él, decidió hacer lo que muchos hemos hecho alguna vez, un cálculo mental de en cuánto tiempo podrían atenderlo y se fue. Al volver, su turno había pasado, habló con el guardia, con la funcionaria, con la supervisora del local y la respuesta era la misma, tenía que volver a sacar número, lo que implicaba volver a esperar.
Sergio desde ese día, visualizó que las filas eran un problema frecuente y un verdadero dolor de cabeza, tanto para las empresas como para quienes debemos hacer algún trámite. A partir de esa vivencia, Sergio en conjunto con Ernesto y Xania – Cofundadores de ZeroQ - comienzan a buscar empresas que resolvieran este problema y no encontraron ninguna con un software robusto de gestión de fila, que se esforzará y enfocará en virtualizar la espera tratando finalmente de eliminar por completo las filas.
Comienza la aventura
La primera idea fue instalar un carrito con celulares antiguos en lugares en donde existiera una gran congestión de personas y arrendarlos a quienes quisieran realizar la espera en otro lugar, llamándolos a su celular cuando su turno esté cerca. Obviamente, esta idea nunca vio la luz, pero quedó como anécdota, como unas de las opciones que se barajó en un inicio.
Al poco tiempo, la idea ya había mutado. Aún no sabíamos muy bien que hacíamos, ni en lo que nos estábamos embarcando. Sin embargo, estábamos motivados, con ganas y sobre todo decididos.
Necesitábamos una solución integral
No podíamos ofrecer el software sin el hardware, por lo que debíamos elaborar la estructura física que soportará al sistema. Con presupuesto ajustado, debíamos validar la idea con una prueba de concepto austera. El primer tótem fue de madera, con una pintura que asemejaba lo más posible al metal, para que no se notará que era un tótem de madera hecho a mano.
Una vez instalado nuestro tótem la noticia corrió rápido y comenzaron a contactarnos de todas partes de Chile, contándonos los problemas y dolores que les traía las filas en su local. Habían escuchado de un recomendado, que el sistema estaba funcionando y lo necesitaban en su sucursal.
Tuvimos un crecimiento exponencial del 600%
En menos de 6 meses de haber validado el sistema, ya estábamos creciendo a tasas del 600% mensual. Era hora de agrandar el equipo, por lo cual lo duplicamos. Empezamos a realizar capacitaciones a nuestros clientes para brindar un mejor servicio.
Desde el primer día creemos fuertemente que el desarrollo nunca termina y las oportunidades de crecimiento y mejora tampoco. El software nunca estará terminado y trabajaremos fuertemente en continuar comiéndonos el mundo.
Nunca dejamos de mejorar
En el camino nuestro equipo creció exponencialmente, contando con colaboradores en toda la región. Llegamos a más de 300 clientes y creamos más de 100 actualizaciones para nuestro sistema.
En el 2023 nos convertimos en la primera startup chilena en abrirse a la bolsa de Santiago y expandimos nuestra presencia a Perú y Colombia.
Pero en estos 10 años, hay algo que no cambió: nuestro propósito de mejorar la experiencia al cliente de la mano de la tecnología sigue intacto.